Largometraje guatemalteco mudo 2+1 se estrenará en septiembre
Todo comienza con el hijo del carnicero, Brandon —interpretado por Mariano Díaz—, quien vive un amor a escondidas con Yuly —Cecilia Albúrez—, la hija de la señora que vende almuerzos. La vida color de rosa de los dos jóvenes cambia drásticamente con la detonante noticia de un repentino embarazo.
Lo innovador en esta cinta es que no hay diálogos ni texto en las escenas, que buscan conquistar al espectador con una buena mezcla de romance y comedia.
Inspiración clásica
“Me fascinan las películas de Charles Chaplin, el cine silente de principios del siglo XX. Quería contar una historia de puras acciones, de lenguaje no verbal”, explica el director Érick Gálvez.
Esto fue lo que lo motivó a rodar, en el 2012, con Luis Ríos, de VideoXonico, este peculiar largometraje que podría ser concebido como un trabajo de comunicación semiológico, lleno de íconos universales que permiten el entendimiento del filme.
“No es del todo una película muda, porque los personajes sí emiten sonidos. También es un material apoyado con música compuesta especialmente para la historia”, explica Gálvez.
“La película son puras imágenes, gesticulación, kinésica en todo sentido. Le quitamos todos los textos, tanto a rótulos que pudieran indicar algún tipo de diálogo, como al entorno”, comenta Ríos.
La idea de 2+1 es que niños, adolescentes y adultos de cualquier parte del mundo puedan entender la historia.
“Pensamos en hacer un filme que se pudiera ver aquí y en cualquier país, que no tuviera la necesidad de traducción. Por eso apelamos a los signos e ideas que la gente tiene; así fue como logramos esta comedia con tono romántico”, asegura el productor.
El filme aún no tiene fecha exacta de estreno, la cual se publicará pronto en Facebook: VideoXonico
Idea
Detrás de cámaras
Los comunicadores sociales Érick Gálvez (director) y Luis Ríos (productor), hablaron sobre 2+1.
¿Cómo surgió la idea de hacer cine mudo?
Gálvez: Hace tiempo rodamos el cortometraje Densen Verguen, que tuvo muy buena aceptación y decidimos que era momento de hacer un proyecto más grande.
Queríamos filmar una película genuinamente memorable, y lo hicimos basados en el cine mudo, pero con todos los elementos de nuestra época.
¿Fue un reto?
Ríos: Sí, sobre todo en la actuación. Hubo muchos actores que no se animaron a participar en el proyecto por el trabajo que implicaba. También fue un reto conseguir los permisos para rodar en locaciones públicas. Y el último problema fue la inseguridad, ya que nos robaron un carro y equipo mientras rodábamos.
Ahora queremos que la gente se sienta identificada.
Gálvez: Nos fascina la idea de poder trabajar un material que no necesite un subtitulo ni una palabra ni una sola traducción. Esperamos que al verla, la gente se ría con nosotros y que después pueda decir: “Un día vi una película muda sobre un mercado, que me pareció muy original”.
Fuente: Prensalibre.com